lunes, 5 de junio de 2023
Las primeras escritoras jaliscienses, sus alcances y límites
Silvia Quezada Camberos.
silvia.quezada09@gmail.com.
Las pioneras
La primera noticia que tuve acerca de las mujeres escritoras en Jalisco la recibí en la cátedra que impartía la Mtra. Magdalena González Casillas en la Facultad de Filosofía y Letras, quien nombraba con entusiasmo a las participantes de la revista Aurora Poética de Jalisco. Ese mismo percibí su enamoramiento por la materia literaria del estado. Con el paso de las semanas, González Casillas se convirtió en mi mentora y yo en su asistente: me enviaba a archivos especiales a realizar búsquedas hemerográficas. Fue así como me acerqué a la Aurora Poética, una revista publicada en 1851, en la cual dan a conocer sus primicias Ignacia Cañedo, Petra Gómez de Carmona; Soledad Pérez Maldonado, Isabel Ángela Prieto y Josefa Sierra. Hubo dos más, imposibles de reconocer porque era costumbre ocultar la identidad detrás del antifaz de un pseudónimo, pero Ignacia Cañedo fue Sofía y la propia Isabel Ángela Prieto, se firmaba como Zelima. Hubo incluso quien no firmó de ninguna de las dos maneras, ni con su nombre, ni detrás del pseudónimo.
En el siglo XIX las mujeres no eran aceptadas en los cenáculos artísticos, se consideraba que debían reservar sus competencias y saberes para el ámbito privado. Si la mujer deseaba casarse era mejor mantener un perfil bajo. Si acaso les era permitido recitar un poema o leer una composición propia en la intimidad de las fiestas con familiares y amigos. Los temas literarios partían de los sentimientos vertidos hacia la amistad y el amor, temas románticos en boga, loas a la naturaleza, a la sonrisa de un niño, y en ocasiones, acaso del desengaño amoroso, aunque no era bien visto, como estos versos anónimos donde hace presencia la antítesis: ¡Siento tan honda, tan atroz mi pena / como fue encantadora mi ilusión! Otros temas fueron la celebración de un aniversario o a la muerte de un ser querido. Aquí una estrofa como ejemplo:
Aunque solo tristísimas canciones
el dolorido corazón me inspira,
aunque mi ardiente labio suspira,
hablar puede no más de su dolor;
aunque es triste mi voz cual la del viento
cuando lúgubre gime en la enramada
estos versos te mando, asegurada
por tu amistad y en prueba de mi amor
(Josefa Sierra, 1851, en Aurora Poética de Jalisco)
El comentario crítico para estos versos, expresado en la misma revista afirma que hay fluidez y facilidad en la versificación, verdad y ternura en los pensamientos, y corrección en el lenguaje, (p. 195) a lo que podríamos agregar que la autora trabaja con versos de arte mayor, de once sílabas, a excepción del verso tres que tiene diez sílabas. Se observa la preocupación por la rima en la forma y la naturaleza como el fondo espacial del texto. La revista es evidencia del interés que las mujeres dirigían a la poesía a mitad del siglo XIX, cuando leemos que el 40% de quienes se suscribieron a dicha publicación fueron damas.
En la Aurora Poética de Jalisco y El ensayo literario (1852) surgen las primeras voces femeninas. Las socias honorarias de La Falange de estudios, agrupación cultural de 1850, fueron dos, la citada Josefa Sierra y Josefa Letechipía de González, quienes no eran socias asistentes, pero sí estaban enteradas de los acontecimientos alrededor del grupo intelectual. De entre estas poetas la de mayor consistencia es sin lugar a duda Isabel Ángela Prieto (1833-1876), española que llegó a Guadalajara muy pequeña, a los cuatro años, hija de padre panameño y madre madrileña. Estudió música e idiomas, hablaba francés, inglés, italiano, alemán y español. Escribió teatro, unas quince piezas, entre dramas y comedias, Una que puede leerse en internet lleva por título Los dos son peores, comedia en tres actos y en verso, representada en el Teatro Principal de Guadalajara en 1861, (es su segunda obra teatral).
En Los dos son peores aborda a dos personajes contrariados en su forma de ver la vida. Uno que pasa la vida leyendo y otro cercano a las fiestas y saraos. Inés presenta en la escena segunda una síntesis muy acertada de los caracteres de los personajes: “Si en artículo de muerte / y para salvar la vida, / me obligaran a escoger/ entre estos dos, me moría” (p.18). La obra es muy interesante porque en uno de los diálogos de Pepa, el personaje central se da a conocer la idiosincrasia, el modo de ser de la mujer de la época:
Fingir, mujer,
es el modo de tener
a todo mundo contento.
Como a todo digo amén
y a ninguno contradigo,
no hay persona que conmigo
no se encuentre siempre bien.
De todo el mundo me río;
me burlo de todo el mundo,
y un cariño tan profundo
me toman todos ¡Dios mío!
esta manera de obrar
no me da remordimientos;
si todos están contentos,
¿qué más puedo yo desear? (p.24)
Isabel muere en Hamburgo (1876) adonde había viajado con su esposo Pedro Landázuri, quien años después se convierte en gobernador de Jalisco. Es una poeta entre el neoclásico y el romanticismo.
¿Cuál sería la primera escritora mexicana que alcanza éxito en Jalisco por su trabajo literario?
Esther Tapia (1837-1897), nacida en Michoacán, quien llega a Guadalajara en 1862, a los veinticinco años. Se adaptó tan bien a los medios literarios que se convirtió en redactora propietaria de La República Literaria (1886-1890) como único miembro del género femenino. Trabajó al lado del más prestigioso escritor del siglo XIX, José López Portillo y Rojas, entre sus amigos se contaba José María Vigil, otro de los grandes intelectuales de la época. A Esther le gustaban los poemas patrióticos y de costumbres nacionales. Entre los poemas más divulgados se encuentra “El collar de perlas” de 1887, composición extensa que cuenta desde el verso, el valor de la joya en la familia, su pérdida temporal y su recuperación, luego de muchas tribulaciones:
Mi madre me refería
que una regular fortuna,
cuando yo estaba en la cuna
nuestra familia tenía (...)
Contaba entre estas, mi madre,
Orgullosa de tenerlas
Unas blanquísimas perlas,
Regalo de su buen padre (...)
Desapareció en un día
aquella buena fortuna
que mi familia tenía
cuando yo estaba en la cuna (págs.87-89)
Las perlas se empeñan a un acreedor en menos de cincuenta pesos de la época, los que no pueden pagarse llegado el plazo. El comerciante pide que se pague con ropa de la muchacha, parece que han perdido la joya de la familia. Cuando ella ve la aflicción de la madre, trabaja en mil labores:
A mi madre le ocultaba
por qué tanto trabajaba (p.100)
Al fin recobré el collar,
Y con alegría santa,
Fui a mi madre a saludar,
Quien me lo encontró al besar
Como siempre la garganta. (p.101)
Tanto me conmueve ese poema que trato de llevar en ocasiones especiales un collar de perlas. Sus historias se localizan entre el realismo, el naturalismo y el romanticismo.
¿Y que hay con las novelistas?
La más prolífica del siglo XIX es Refugio Barragán (1843-1916), autora de la novela La hija del bandido. Ella nació en Tonila, Jalisco, aunque sus estudios se realizaron en Colima, donde recibió el grado de maestra y publicó sus primeros poemas en La Aurora (1870-1880). Su vida transcurrió entre las poblaciones de Ciudad Guzmán, Guadalajara y la Ciudad de México. En 1887 publica su obra más conocida, La hija del bandido o los subterráneos del Nevado, la cual había sido publicada por entregas en La Aurora. Fundó en 1888 una revista llamada La Palmera del Valle, cuyos temas de carácter didáctico y religioso la siguió por casi dos años. También escribió teatro.
En La hija del bandido vemos una descripción de María, la protagonista al modo romántico:
Su tez poseía ese color perla claro, que tanto embellece a la mujer de los trópicos; sus ojos grandes y negros como la noche, estaban velados por abundante y rizada pestaña, sobre la que dibujaba con admirable maestría, una ceja ligeramente arqueada; dos ángulos perfectamente cortados, formaban su boca nacarada como las fresas a través de la cual, se distinguían dos hileras de dientes finos y blancos como las perlas. (Barragán, 1987, p. 29)
Esta descripción me hace pensar en la presencia de la viñeta literaria en la saga, entendida como un pasaje narrativo que:
Detiene la acción de la novela
Casi siempre aborda un espacio
Su mayor cualidad es la imagen
No presenta un conflicto
Centra su interés en la descripción
La hija del bandido es una novela de aventuras, cuyo centro es la vida de María Natividad, hija del bandido Vicente Colombo, quien la resguarda en una especie de cueva del Volcán de Colima, donde el malhechor guarda todo aquello que ha sustraído a gente de bien. Para conocer más es muy recomendable navegar por la página Decimonónicas. Catálogo de autoras mexicanas del siglo XIX.
CONCLUSIONES
1. La mujer cultivada gracias a una familia con la economía resuelta por los padres o el marido.
2. La mujer que se apoya en su propia educación para fortalecerse como artista por medio del ámbito educativo
3. Por lo regular hay un mecenas intelectual hombre que arropa a la escritora
4. Refugio Barragán, primera novelista de Jalisco, recibió fuertes críticas por dedicarse a esos menesteres, poco apropiados para las mujeres decentes, echando por tierra su fama de “mujer educada y de buenos principios”, sobre todo porque no se hablaba de santos, sino de aventuras.
5. La fama ausente de las mujeres que en su tiempo fueron conocidas se debe a que escribieron poesía y no prosa, como el ensayo, de acuerdo con la opinión de Remedios Mataix, afirmando que el ensayo y la novela eran los géneros mayores.
(La escritura (casi) invisible, Narradoras hispanoamericanas del siglo XIX)
Referencias
Aurora Poética de Jalisco. (1851). Colección de poesías líricas de jóvenes jaliscienses, dedicada al bello sexo de Guadalajara. Guadalajara: Imprenta de Jesús Camarena. Disponible en: http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080024046/1080024046_10.pdf
El Ensayo Literario (1852). (1994). Guadalajara: Secretaría de Cultura de Jalisco.
González Casillas, M. (1987). Historia de la literatura jalisciense en el siglo XIX.
González Casillas, M. (2005). Son mil palomas tu caserío, Conexión Gráfica.
Guadalajara: Gobierno del Estado de Jalisco. (Colección Letras, 10).
Prieto, Isabel A. Los dos son peores, disponible en: https://mexicana.cultura.gob.mx/es/repositorio/detalle?id=_suri:DGB:TransObject:5bce59897a8a0222ef15e6ef
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