LA FIL Y EL DÍA DEL LIBRO

ARMANDO ARÉVALO HERNÁNDEZ, DOCTOR EN CIENCIAS. Hace unos días, terminó la FIL ( Feria Internacional del Libro), que tuvo como invitado a la Unión Europea. Tanto escritores nacionales e internacionales,así como locales se dieron cita en esta festividad del libro. Prensa Activa de Jalisco, agrupación de Periodistas, escritores y artistas, participó con dos de sus miembros ( Lolita Valdivia, Secretaria de Relaciones Públicas y el Dr en C. Armando Arévalo Hernández, Presidente). Su participación se dio publicando pequeños cuentos en el libro Entelequias y Realidades que publicó el colectivo Escritores de Hoy, de la cual también forman parte. Sin los libros no sería posible esta feria, por lo que abordemos algunas palabras sobre el libro. La historia del libro, o de cuándo se inventó el primer libro se romonta a la antigua Mesopotamia. Dicen los historiadores que los libros de esta cultura eran tablillas de arcilla, posteriormente de madera, marfil o materiales que se utilizaban como soporte para la madera. Para hablar de la historia del libro hay que tener en cuenta cuáles son las características con las que se define un libro, claro tomando en cuenta de que a estas fechas todavía no hay un acuerdo mundial sobre qué es un libro, así pues, no hay acuerdos sobre sus contenidos, sus metodologías, sus dimensiones, su material, sus limitaciones, por lo tanto la definición de la UNESCO, que se acepta es la siguiente: "Un libro debe ser una publicación impresa no periódica, debe tener, como mínimo 49 páginas y debe estar editada en el país y puesta a disposición del público. Hoy existe el ISBN ( International Standard Book Number), es el código internacional de identificación única del libro, así pues a cada libro en el mundo se le asigna una cadena alfa numérica (que es un identificador de libro), haciéndolo el único libro que tendrá ese código en todo el mundo, que permitirá su comercialización a nivel internacional. Alguien me comentó, que si un libro no tenía un ISBN, no se podía considerar un libro y el escritor no se podía considerar escritor. Hace algunos años, no existía el ISBN, más sin embargo se publicaban libros de poesías, novelas, etc. Siempre fueron considerados libros y sus propietarios como escritores, en otras palabras, un libro es un libro con o sin ISBN. Hay que aclarar que el ISBN, no es el ISSN ( International Standar serial Number) que se usa para las publicaciones periódicas ( revistas y diarios), son cosas diferentes pero tienen la misma función, identificar a nivel internacional, el número de serie de cierta revista o cierto periódico. La invención de la imprenta ( método mecánico cuyo fin es reproducir textos e imagenes sobre papel, tela, vitela u otro material que sea impresionable), permitió el desarrollo de publicaciones como folletos, semanarios, periódicos, etc. pero también la elaboración de libros, Asi pues, Gutumber al inventar la imprenta en 1440, impulsó la producción a gran escala de libros, algunos cuyos títulos propagaron el conocimiento entre una minoría rica, primeramente, para luego pasar los libros al grueso de la población, haciendo que el conocimiento se universalizara, de ahí que las primeras escuelas que estudiaban a estos textos, se les llamara Universida ( universal), porque gracias a la masificación de los libros, el conocimiento se pudo hacer universal. Antes de la invención de la imprenta, se usó diferentes materiales para hacer libros y existían diversas formas de libros, desde códices, tablillas, pergaminos, placas de arcilla, madera, marfil, metal y varios otros materiales, el asunto era pasar la información de una persona a otra persona o a un grupo social. El libro, ha venido recogiendo el conocimiento y difundirlo, así en varias culturas se ha desarrollado el cultivo del libro por la importancia que tiene, hay que aclarar que en la historia del libro, ha habido religiones o épocas donde algunos títulos fueron prohíbidos por considerarlos contrarios a ciertas verdades religiosas, incluso, la inquisición llegó a promulgar la sentencia de muerte a personas que habían leído alguno de los libros prohíbidos por ellos, por considerarlos contrarios a sus verdades religiosas. Los aztecas y mayas también tenían sus libros llamados códices que eran de Amatl ( papel especial para los códices), más sin embargo, el 95% de ellos fueron quemados por órdenes del Obispo Diego de Landa gran inquisidor para las nuevas tierras de España. La postura de este inquisidor fue que en esos libros, había fórmulas para adorar al demonio por lo que era menester quemarlos, si los reyes y el papa querían la salvación de las almas de estos nativos americanos que por error llamaron indios o indígenas. Actualmente, gracias a los avances científicos y técnicos, ya existen los libros electrónicos, como también los e books, los audiolibros, y demás formatos que se irán inventando en los medios electrónicos, usando el internet. Continuar con la historia del libro, implicaría hacer un libro sobre el tema, pero como este es solamente un artículo periodístico, hasta aquí dejaremos. Quiero por último, felicitar a todos y cada uno de los que han publicado al menos un libro, porque esto les da la experiencia de saber qué es publicar uno de ellos, múltiples felicitaciones a quienes han publicado varios libros, también quiero felicitar a los compañeros del Colectivo Escritores de Hoy, a: Lizet, Martorrev, José, Oscar, Lourdes, Martha, Lolita, etc, a todos en general. Daré algunos nombres de escritores de Guadalajara, pero no son todos los escritores de la ciudad: Silvia Quezada, Yolanda Zamora, Carlos Sandoval, José Gómez Plascencia, Armando Arévalo, Héctor Medina, Dr. Dante Medina, Dr. José María Muriá, Jorge Souza, etc.. (no están todos los que son, ni son todos los que están). Felicidades al colectivo Escritores de Hoy y a Prensa Activa de Jalisco. En la foto, aparece el Dr en C. Médico Biológicas Armando Arévalo Hernández, Dr.Enrique Estrada Faudón ( qdp), y el Dr. Sergío Álvarez, en la presentación del libro Chapala y Contaminación, en la Sociedad de Ciencias del Estado de Jalisco, hace 10 años. Este libro fue coordinado por el Dr. Carlos Álvarez Moya, mi director de tesis doctoral, su publicación era necesaria como subproducto de mi tesis de doctorado, para titulacion.